Tuesday, August 15, 2006

Encuentros cercanos

A veces no me explico qué se requiere para llegar a compartir eso tan personal con alguien. Años de relación? O tal vez minutos de conocerse? Una mirada transparente que te permita darle cabida a algún lugar al que pocos tienen acceso: tu intimidad. Un poco preocupante creer que alguien puede determinarlo, o aun peor, creer que tenemos el poder o derecho de juzgarlo. Ahora bien, me pregunto si en algún momento logramos recuperarla al menos con esa persona. Es como si le hubieramos entregado las llaves de la casa, y en la medida que lo queramos, no estuviéramos dispuestos a cambiar la chapa.
Me parece un poco delicado que no se le de mayor importancia de la que realmente tiene, porque lo damos por hecho y es como si nos laváramos los dientes, una rutina más. Deberíamos sentirnos honrados de que se nos permitiera acceder a un lugar tan personal, donde de cierta forma, se enconden miedos, secretos, pensamientos y sentimientos muy profundos. Claramente no se puede exigir que todos actúen igual, pero sí se podría restringir la entrada a aquellos que le den un mal uso, una especie de "reservarse el derecho de admisión", obviamente antes de haberlos dejado entrar hasta la cocina, para evitar sentirse después invadido y hasta robado.

2 comments:

Ivan said...

¡Mierda! ¿Vientos cruzados?

Eso sucede a veces, mi reina.

Anonymous said...

Existen lugares tan secretos que uno siempre va ha querer dejarlos para uno. Se pueden entregar las llaves, pero hay cajones y rincones que sólo deben ser visitados por uno. Hay en la intimidad un límite que no puede trasponer aun la pasión más loca, quizás por eso los besos se disfrutar en medio del silencio.