Buscando el blues...me perdí (editado)

Tantos años persiguiendo un sueño, que yo misma me encargué de destruir y acabar. Vine a tratar de conseguirlo, de terca! pero sólo me he encargado de dañarlo, todo ha salido al revés y entre más tiempo pasa se va volviendo más borroso, así yo siga creyendo que hay algo por hacer. Quiero creer que todavía hay algo, que no todo está perdido, que vale la pena esperar, sí que vale la pena! Espero que algún día todo cambie para bien o para mal, porque mi corazón sigue estando allá y yo cada día que pasa compruebo que eso es lo que quiero, así a los ojos de los demás no parezca, y es que finalmente no es cuestión de lo que vean los demás...sólo se ve bien con el corazón (dice uno de mis libros favoritos), y en este caso es MI corazón.

Ha sido difícil...y por más tranquila que esté, no dejo de tener esta sensación en medio del pecho. Así parezca disco rayado, y me trate de autoconvencer de que es mejor dejar de luchar por eso, no lo logro, y es como si estuviera aferrada a esa idea porque en el fondo estoy convencida de que la vida nos lo debe, como dice ella. Llámenme caprichosa, obstinada, obsesiva, pero esa es la verdad. Trato de buscar otros sueños, pero no funciona, y creo que no estoy preparada para eso todavía. Decisiones malas y buenas me han traido hasta este punto, y aunque las cosas no hayan salido como esperaba, he aprendido y crecido... y mucho.

Mi verdad es mucho más simple de lo que parece: yo solo quiero levantarme todos los días viendo la arruga del cachete.

No soy de arrepentimientos, pero podría retirar algunas cosas dichas. Lo que pienso y siento, no cambia, pero me he dado cuenta de lo estúpida que a veces puedo llegar a ser. Muy fuerte y segura para muchas cosas, pero con este asunto la más débil de todas. De cuando acá me aguanto tan placenteramente que no me determinen, que prácticamente sea un cero a la izquierda y aun así, me quede ahí paradota como si nada, esperando que pase quien sabe qué, algo que en el fondo soy conciente que no va a pasar. Dejo pasar gente, posibilidades, y aunque no creo que esté mal, a veces me pregunto qué tanto vale la pena luchar por tus sueños (al menos algunos de ellos). Le decía el otro día a él, que hay sueños más alcanzables que otros y que es la madurez la que nos permite identificarlos y determinar si vale la pena o no perseguirlos. Yo ahora ya no sé que tanto aguante, soy fuerte pero tampoco hay que abusar...mi corazón es frágil.