Cuantas veces no nos hemos planteado esa pequeña frase compuesta por esta 2 palabras que abre la puerta a un infinito mundo de posibilidades sobre las que no tenemos ninguna certeza. Pero este post no se trata de lo pudo ser y no fue. No estoy segura bien de lo que se trata porque después de varias copas de vino ya no sé qué sentir o pensar. Lo único que puedo recordar fue aquella propuesta que me sonaba a un imposible: "Seamos amantes... por siempre". El estaba convencido de que funcionaría, y yo escéptica ante una realidad que era todo menos clara. Lo que empezó con una cerveza y un encuentro casual, se convirtió en un desborde de pasión y deseo. En cada encuentro, nos sumergíamos en la piel del otro, nos fusionabamos entre las caricias y los besos... con palabras que no podían ser respaldadas con hechos porque su realidad y mi realidad no nos lo permitían.
Él era el "espacio a salvo" que encontré sin querer, que buscaba sin saber qué era lo que buscaba realmente. Estaba ahí, dueño de su espacio, al principio distante, un poco odioso y competitivo, y de un momento para otro cálido, pasional y muy consciente. Consciente de su femeinidad y al mismo tiempo de la mia, de lo que pasaba entre nosotros y de la bomba de tiempo que estaba creando. Todo fue cuestión de claridad, de sobriedad, de sensatez y al mismo tiempo nada de eso. Y un día sin planearlo sucedió lo que sabríamos que pasaría, el siguió su camino y yo el mío, guardando el recuerdo de aquel mapa que trazó en mi piel con sus labios...Y si no nos hubieran hecho esperar tanto en aquel bar...a lo mejor nada de esto hubiera ocurrido.
Pero al menos tengo claro que una cerveza de euro será siempre una cerveza de euro.
Él era el "espacio a salvo" que encontré sin querer, que buscaba sin saber qué era lo que buscaba realmente. Estaba ahí, dueño de su espacio, al principio distante, un poco odioso y competitivo, y de un momento para otro cálido, pasional y muy consciente. Consciente de su femeinidad y al mismo tiempo de la mia, de lo que pasaba entre nosotros y de la bomba de tiempo que estaba creando. Todo fue cuestión de claridad, de sobriedad, de sensatez y al mismo tiempo nada de eso. Y un día sin planearlo sucedió lo que sabríamos que pasaría, el siguió su camino y yo el mío, guardando el recuerdo de aquel mapa que trazó en mi piel con sus labios...Y si no nos hubieran hecho esperar tanto en aquel bar...a lo mejor nada de esto hubiera ocurrido.
Pero al menos tengo claro que una cerveza de euro será siempre una cerveza de euro.
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