Wednesday, October 29, 2008

Update

De lo mejorcito de los últimos tiempos ha sido haber redescubierto mi lindo y maravilloso país en mis vacaciones de verano, y todo gracias a mi compañero de viaje que se disfrutó como niño chiquito todo: el olor de los árboles, el sonido de la selva, el paisaje durante largas horas de viaje en carro, los datos históricos de "la heróica", las noches de tormenta tropical, el calor caribeño que casi nos derretía, el blanco casi enceguecedor del sol reflejado en la arena de las playas, el sabor de las frutas y los jugos, para llegar a la conclusión de que Colombia es verde!
Qué bueno fue darme cuenta, que a veces se nos olvida la grandeza de las cosas (y también aplica a las personas) que tenemos al lado, porque nos hemos acostumbrado a tenerlas y verlas todos los días, y entonces como no hay nada novedoso pues pasamos por alto todo. Perdemos la capacidad de disfrutar de los colores de nuestra ciudad, los sonidos...y ni hablar de los gestos y detalles de la gente que nos quiere, sólo nos quejamos porque no son lo suficientemente bueno para nosotros.
Regresé llena de la pasión que pensé que había perdido, de la misma pasión que nos caracteriza. Pasión por mis amigos (los pocos que quedan), por mi familia, por mi Colombia y mi país de acogida...y claro que por él también.