Definitivamente me he dado cuenta que crecimos en un país muy violento y agresivo, en guerra constante, viendo muertos cada noche en el noticiero, atentados y secuestros. Supongo que eso hace que ya no nos asombre nada, y que frente a nuevas muertes ni nos inmutemos. Al menos eso es lo que me ha venido pasando a mi. El otro día ETA mató a un ex-político en el país vasco, y aquí fue conmoción nacional, además de que era época de elecciones presidenciales. Y yo lo único que podía decir y pensar era: "Si, ya, se murió, es triste, es grave, pero ya dejen el show!". De la mano de esta noticia, está la de la desparición de una niña que al final encontraron muerta, y día tras día, no hacen más sino hablar de eso, que si la autopsia, que si fue homicidio, etc., y yo sigo pensando y diciendo lo mismo que con el otro caso. Será que me volví insensible y de cierta manera inmune a la pena y el dolor ajeno? O que en este país donde la noticia del día es el maltrato a las mascotas, ese tipo de sucesos necesitan de un dramatismo excepcional?
Igual creo que nos acostumbramos a reir a pesar de la tragedia, o aún peor a reirnos de la tragedia misma, no sé si como método de escape y así sentir que mientras no toque a nuestras familias, eso no es con nosotros. Nos dicen "hijueputa" en la cara y nosotros nos lo vamos tomando en chiste y nos reimos, y así es con todo. Creo que me preocupa que haya perdido todo tipo de compasión frente al dolor y el sufrimiento en el mundo, como si nosotros fueramos los únicos en guerra constante, con pobreza y niños muriendo de hambre. Al mismo tiempo soy consciente que no es culpa nuestra, nosotros no escogimos crecer en el país que crecimos, pero así como esta partecita de nuestra historia y realidad es una cagada, qué lindo es también decir con orgullo lo linda que es nuestra Colombia.
