Así acabó el 2008...

Lejos de lo que hubiera esperado, después de mi época pre-navideña totalmente depresiva (y valga la aclaración que no me suelo deprimir), las fiestas navideñas terminaron siendo un éxito total. La navidad muy fría en los madriles, pero una tarde de 24 excelente. En parche con los amigos de hace mil años, varios reencuentros, todos caminando por calles buscando regalitos para jugar por la noche al amigo secreto/invisible, comer juntos en un bar de barrio...en fin, todo un éxito. Por la noche una cena deliciosa, más reencuentros, regalos, una estrategia super elaborada para simular la llegada de Papá Noel y que Martín (el único niño de la fiesta) no perdiera la ilusión. El momento de la noche: cuando un ex-chico (mío) tuvo la terrible suerte (y de paso yo también) de que yo le saliera en el papelito de amigo secreto/invisible. El regalo: Un paquete de condones!! Y de una marca que no es de aquí sino de mi país...o sea, hace cuanto los tendría guardados?? No se puede ser tan de malas, y no sé si lo digo por él o por mi. El resultado: todos con regalo curioso y bonito... y yo, con unos condones (que terminé regalando).

Unos días de frío, copitas y mucha comida, y por fin la llegada de mi regalo de navidad: Mi hermana. Verme con mi "hermanita" es de lo mejor. Siendo lo diferentes que somos, y ella con su filosofía libre/rebelde de la generación Y, cada vez que la veo y comparto con ella, no me cabe la emoción en el cuerpo. Así que por fin llegó, lo que significaba que la celebración del año nuevo pintaba ser mucho mejor que la de navidad.

El 31 empezó con el peor viaje en bus de los últimos tiempos, dolor de cuello y de rodilla (parezco una viejita, ja!). Pero terminó con una excelente cena con el parche, la sister, con lasaña deli, y super enpiñatados con pitos, serpentinas, gorros, antifaces y collarcito hawaiano, cava, uvas, deseos, vuelta a la manzana con la maleta y todo lo de rigor, o sea LA RUMBA hasta las mil. Por primera vez desde hace muchos años no se me aguó el ojo, eso quiere decir seguro que este año nuevo será muy feliz.

Y ahora de vuelta a la realidad, con muuuucho frío, de mudanza y esperando la llegada de la sister y el cuñis a la ciudad condal.