Thursday, September 07, 2006

Gusfrabaaa...

Esta mañana como de costumbre, me dirigía a mi oficina en taxi y pues en eso no hay mayor emoción ya que todos los días lo cojo en el mismo lugar, tomo la misma ruta, me bajo en el mismo sitio y siempre pago lo mismo (la mínima), pero hoy no fue lo mismo. Me he subido a uno de esos taxis en los que el taxista frena antes de cada bache, hueco, o cualquier tipo de imperfección en el pavimento por mínima que sea, como si fuera un policía acostado, y yo que iba tarde y con un poco de afán, me dije a mí misma: "este es un buen ejercicio de paciencia y tolerancia", así que no dije nada. Pero entonces por un comentario sobre que era mejor coger otra calle en vez de la que iba a coger, el señor taxista que se veía muy tranquilo, al parecer estaba de malas pulgas y me respondió con 3 piedras: "en esta calle hay menos huecos que en la otra, y además yo sé para dónde voy", así que con miras a no ponerme a pelear con el tipo me quedé callada y seguí practicando la paciencia y tolerancia.
Todo continuó igual de lento, frenada tras frenada, hasta que en la 11 pensé que mejor iba sacando la plata porque con la lentitud del hombre no me iba a esperar a bajarme para sacar la plata, y además tenía unas monedas de las que me quería deshacer así que aproveché para contar la plata y dársela exacta y no tener que esperar las vueltas, entonces en medio de la contada de monedas, sucedió. El taxista ha frenado de la nada súbitamente, y se inicia el siguiente diálogo:
- Él: (en un tono de pelea y medio gritado) "Qué? Si le va a alcanzar para pagarme o la dejo acá?, porque como la veo contando moneditas... hasta acá va la mínima así que dígame a ver".
- Yo: (Claramente pensé que el taxímetro del man estaba mal, faltaban como 4 cuadras para que yo me tuviera que bajar y ya era la mínima, siendo que donde me bajo siempre marca la mínima) "Señor, debería revisar el taxímetro, porque a mí me cobran la mínima siempre pero en la 9a, no acá en la 11"
- Él: (el muy arrabalero) "Qué? Pues si quiere se queda a revisarlo conmigo"
- Yo: "no, sólo le estoy diciendo que lo debe revisar porque está mal"
- Él: "Entonces qué? bájese... o sigo?"
- Yo: (para evitar más problemas) "No señor, mejor me quedo acá".
Le pagué y me bajé, y pues mandé la puerta para cerrarla, y acá es que se pone buena la historia. Pues el tipo no ha dejado que se cierre la puerta y se baja del taxi emputado y empieza a insultarme de una manera como pocas veces lo han hecho. Juro que nunca creía que tantas groserías e incultos pudieran salir de una sola boca y dirigida a una sola persona, jeje. Pues el señor que se veía tan normal en un principio se ha transformado, se puso super rojo, de vena brotada en la frente y el cuello y empieza a regarse en groserías a grito herido en mitad de la calle...cabe aclarar que de malparida, perra, hijueputa no me bajó. Cuando empieza a venirse envalentonado, sacando pecho, como buscando pelea y empieza a escupirme, y entre escupitajo y escupitajo decía mil groserías y me reclamaba que yo qué me creía para tirarle la puerta...perra, zorra, etc, etc. Yo sólo podía pensar en que el tipo estaba teniendo un ataque de ira e histeria de esos que uno cree que no son reales, pero sí que lo son, en serio pensé que estaba en una dimensión desconocida o algo así... ah y claramente también pensé en que me iba a dar en la jeta, obvio.
Bueno, el caso es que yo una vez más me sorprendí de mi calma, ni me moví de donde estaba (y no precisamente porque estuviera petrificada) y cuando tenía al man insultándome como a 2 centímetros de mi cara, decidí preguntarle super calmada: "Y qué va a hacer? me va a pegar?". Ahí yo practicamente estaba esperando recibir el puño del tipo, pero como que se arrepintió y se empezó a ir hacia el taxi, insultándome y escupiéndome (menos mal la fuerza de los escupitajos no logró llegar hasta donde estaba), y yo callada. Entonces el tipo viene y me dice que tengo pinta de puta, que soy una no se qué, bla,bla,bla, y pues no logré contenerme más, y aunque pensé en responderle con un insulto o mentarle la madre, preferí recurrir a la mejor de todas las frases utilizadas por mí: "SEÑOR, MÍREME LA CARA DE PREOCUPACIÓN (con dedo apuntando a la cara y todo), SI ME LA VE?, MÍRELA!" JA! El tipo fúrico desistió de su pelea, porque creo que claramente vió que ni me asusté, ni me alteré y en cambio sí le logré sacar aun más la piedra, jeje, así que se montó en el taxi otra vez y se fue.
Yo sólo podía pensar en decirle: "Chico, te recomendaría una terapia de 'Anger Management' ( a lo Adam Sandler). Jaja!

1 comment:

Xýmeennaa Carraszcoo said...

hahaha, la forma mas madura & correcta de hacerle saber a una gresor qe no cumplio con su objetico ;)