No...

Te lo ruego. No me digas nada que no puedas sostener con tu mirada. Lloras de felicidad, de culpa, de tristeza o de amor? Si te ahogas en tu soledad, no me busques y no recurras a mi, porque no soy salvavidas de nadie.

Aprendí a conocerme aún más a través tuyo, en situaciones y circunstancias que pensé nunca se repetirían, pero una vez más la vida me reta y me pone a prueba, y yo decido hacerle frente sabiendo quien soy, sin moverme ni esconderme.

No te presiones ni me presiones, no te dejes sumergir en los juegos habilidosos del final de las historias. Y si lo haces, no me lleves contigo. Prefiero esperar aquí, viendo pasar la gente, pero sin miedos ni culpas. No me ames porque estás perdido o porque es el destino. No te condiciones ante nada ni nadie, no te amargues, ni renuncies, no desistas. No me lastimes sin necesidad, pero tampoco sufras sin necesidad.

No me hables sin sentido, con compasión o lástima. No me busques para olvidar, olvidarte, ni para huir. Siempre estaré...si lo que buscas es una amiga, una compañera y una mujer. Pero no busques favores.

Y sobre todo, no me ames por costumbre, por resignación o por miedo...si es que me puedes llegar a amar.