Comparaciones odiosas

Nothing compares to you dice una canción, y yo sí que lo creo, pero así como nada se compara contigo, tampoco nada se compara conmigo o con el que sea. Las comparaciones son odiosas, eso siempre lo hemos sabido, entonces cuál es el sentido de comparar a los que nos rodean y de paso a nosotros mismos.

La vida no se mueve en términos de mejores y peores, simplemente creo que es cuestión de diferencias y cambios. Si hoy esta persona está con nosotras pues qué importa que con la que haya estado antes sea rubia, morena, flaca o alta, si está con nosotras es porque le gustamos así como somos, y no tratemos de entender cómo le pudo llegar a gustar esta o aquella (que a nuestro criterio femenino, siempre estará fea así sea una super modelo), porque nunca le encontraremos una explicación lógica. Si le gustó esa antes pues fue porque en ese momento de su vida ese era su gusto, y la gente puede cambiar de gustos como de ropa interior, todos lo hacemos, o es que acaso todos los tipos con los que hemos salido siguen el mismo patrón? No lo creo!

Pero digamos que ese no es el problema más jarto, sino cuando son los otros los que nos empiezan a comparar con alguien más y aún peor si es la "ex". A ver, es entendible que se tenga a la ex como el punto de referencia más cercano, y estamos seguras de que es una buena mujer con muchas cualidades y virtudes, pero no hay necesidad de recordárnosla cada vez que se les ocurra. Por si no lo sabían (dato curioso), en realidad nos importa poco o nada (me fui de decente) lo que a ella le gustara o no, o lo que solía hacer o decir, asúmanlo!, ya no están con ella y somos diferentes. Que se les/nos escape uno que otro comentario de vez en cuando (sin ninguna mala intención) es normal, a todos nos pasa, pero no es recomendable que se vuelva una costumbre (una de las causas de asesinatos y violencia entre parejas). Ni hablar de comparar los besos o el sexo, es necesario entender que son cosas tan subjetivas que dependen de muchos factores que cambian con cada persona así que no hay punto de comparación! Liberémonos de los fantasmas, dejemos el pasado allá, que ahí está muy bien, dejemos a los demás tranquilos con su forma de verse y de ser y sigamos siendo auténticos, que seguro así se vive mejor.